La Quiropráctica y el embarazo

por | Mar 28, 2022 | embarazo, quiropráctica

La Quiropráctica puede ser de gran ayuda tanto durante el embarazo como después. El doctor en Quiropráctica interviene para ayudar a la futura madre asegurándose de que el cuerpo pueda adaptarse sin dificultad a los constantes cambios experimentados durante los nueve meses de espera.

Los cambios fisiológicos y endocrinológicos que se producen en todo el cuerpo de la mujer durante el embarazo son sumamente importantes. Tienen la finalidad de adaptarse y dar respuesta a todas las modificaciones de su cuerpo que tendrán lugar durante todo el periodo de gestación de su bebé.

El bebé es una unidad de cuerpo y mente, soma y psique, como lo demuestra la coordinación de los circuitos sensoriomotores y la originalidad con la que responde a los estímulos intra y extrauterinos. Por ello, es importante llegar al parto (ya sea este un parto natural o por cesárea) en plena forma, en las mejores condiciones físicas y psicológicas posibles. 

Eliminar el estrés de la médula espinal promueve un cuerpo sano de adentro hacia afuera

Desde las primeras semanas de gestación, la futura madre puede sentir dolores en las piernas, que aparecen con mayor frecuencia a medida que avanza el embarazo. Asimismo, la sobrepresión abdominal y la posición del bebé puede comprimir las raíces nerviosas de la zona lumbar y del sacro, produciendo múltiples dolores.

El aumento de peso natural cambia las curvaturas naturales de la columna vertebral y la pelvis también tiende a ensancharse. A menudo, estos cambios completamente fisiológicos sacan a la luz problemas preexistentes que aparecen repentinamente en el embarazo, por ejemplo, problemas de cervicalgia (dolor de cuello) y dolor de espalda o problemas de ciática.

Los estudios clínicos han demostrado los efectos positivos de la Quiropráctica durante el embarazo

Estudios clínicos sobre  la atención quiropráctica durante el embarazo han evidenciado que es altamente efectiva en los cambios fisiológicos y endocrinológicos mencionados anteriormente.

Especialmente durante el tercer trimestre, esta terapia no invasiva puede brindarle a la mujer más comodidad y potencialmente reducir la cantidad de analgésicos necesarios durante el parto. Incluso, prevenir síntomas de náuseas, reducir el tiempo de parto, aliviar el dolor de espalda y articulaciones o prevenir una posible cesárea.

Durante el parto, la columna vertebral de la mujer sufre un estrés especial. Incluso, a menudo experimenta tensión posparto en la pelvis, la espalda y el cuello. 

El tratamiento quiropráctico se adapta siempre a las condiciones de la mujer y a la evolución del embarazo pudiendo aliviar así estas molestias y ayudar a la futura mamá a recuperar una mejor forma física.