No busca el reconocimiento a través de la Quiropráctica, y no se atribuye el mérito de curar a nadie. Más bien, su trabajo y empeño consiste en permitir que la salud de los pacientes cada día sea mejor. El objetivo principal siempre ha sido que todo cuerpo funcione al 100%
Alain Chiappinelli, doctor en Quiropráctica, con 35 años de experiencia, siempre ha estado al pie del cañón para atender cualquier tipo de trauma.
¿Y cómo respondieron los pacientes?
Durante muchos años, algunos pacientes se mostraban un poco escépticos sobre todo en España, ya que en Estados Unidos y en otros países europeos en los que he trabajado la Quiropráctica es una profesión muy conocida, reconocida y esencial. Pero aquí, poco a poco, se fue estableciendo una relación de confianza y algunos de ellos siguen siendo pacientes hoy en día. Entusiasmados por los resultados conseguidos, siempre han mostrado gestos de agradecimiento. Esto se debe a que han aprendido a confiar en la profesionalidad del quiropráctico.
Además de mejorar el rendimiento, ¿en qué trabaja la Quiropráctica?
Por un lado, sobre la prevención de lesiones; por otro, la Quiropráctica no se centra en los síntomas, sino que busca la raíz del problema para entender por qué existen esas dolencias.
Si el cuerpo, que debe ser visto como un organismo unitario, no tiene interferencias, entonces se pueden prevenir múltiples lesiones o enfermedades: desde problemas de dolor de cabeza, hasta la clásica hernia discal o problemas de escoliosis, entre un sinfín de patologías. La clave es conseguir una columna vertebral libre de subluxaciones.
“Conjuntamente, el amor y la empatía con el paciente es la base para emprender el mejor tratamiento para su salud”
Palabras de Alain Chiappinelli, doctor en Quiropráctica.