No existen análisis de sangre, ni pruebas de imagen (radiografías, resonancias magnéticas, etc.) que puedan detectar algún signo de fibromialgia
El único criterio de diagnóstico, además de la presencia de síntomas (dolor difuso y migratorio, fatiga crónica, a menudo mareos y dolores de cabeza) es la presencia de ciertos puntos dolorosos donde el médico presiona.
Las pruebas solicitadas son útiles para descartar otras patologías: un hemograma completo, la velocidad de sedimentación globular, factor reumatoide, pruebas inmunológicas, perfil tiroideo, serologías para descartar enfermedad celíaca y deficiencia de vitamina D, entre otras.
Cuando todos los exámenes médicos son negativos, se habla de fibromialgia. Se confirman las alteraciones del equilibrio de ciertos transmisores del sistema nervioso central, pero sin causa conocida.
Ante la resistencia de los medicamentos a la enfermedad, algunos remautólogos proponen una medicación a base de tiamina, magnesio, fosfocreatinina, salbutamol, triyodotironina y alprazolam, entre otros y según los casos. Lamentablemente, esto no trata la causa de la fibromialgia, sino solo algunas posibles consecuencias metabólicas de la enfermedad.
El tratamiento quiropráctico y la fibromialgia
A través de la Quiropráctica, analizamos el estado del paciente a nivel estructural, metabólico y emocional.
A nivel estructural, nuestra experiencia demuestra que las personas diagnosticadas de fibromialgia tienen en realidad una tensión de la duramadre. La duramadre es una membrana que rodea el cerebro y está unida a todas las suturas craneales, desciende por el interior de las tres primeras vértebras cervicales, hasta unirse a la articulación sacro-coccígea.
La experiencia y la investigación demuestran que el tratamiento quiropráctico, buscando y eliminando las interferencias localizadas en el sistema nervioso que son debidas a desplazamientos vertebrales, es decir, subuxaciones a nivel de la espalda; a menudo puede resolver los síntomas de la fibromialgia.
Al no existir un estado patológico, al investigar las causas y restablecer una buena realineación vertebral eliminando estas interferencias, el sistema nervioso se pone en condiciones de funcionar de la mejor manera posible.
Modificando estos mecanismos y trabajando con el organismo en lugar de alterar artificialmente su química, a través del ajuste quiropráctico es posible restaurar el sistema nervioso dejándolo libre de subluxaciones e interferencias, de un modo natural e indoloro. El resultado, sin duda, resolverá muchos desequilibrios de nuestro sistema nervioso y eliminará o reducirá considerablemente toda sintomatología relacionada con la inflamación y el dolor.